sábado, 23 de mayo de 2009

La luz invisible (Parte IX)

Los dos habían ya empezado a cerrar los ojos cuando sonó el timbre. Abrieron los ojos de golpe, pero no se movieron ni un centímetro.
-Debe ser Natalia.
-No, no lo es.
Sergio se separó de ella y salió por la ventana de un salto. Al principio no reaccionó, pero el timbre volvió a sonar, y Carol fue a abrir la puerta, abatida porque no había pasado lo que deseaba.
-¿Marcos?
-Me siento halagado de que recuerdes mi nombre, querida.
El chico miró por encima del hombro de Carol y, cuando vio que no había nadie allí, sonrió; parecía satisfecho por algo.
-¿Quieres ir a dar una vuelta?
Carol se extrañó. Demasiada casualidad.
-Es que... tengo que estudiar.
Marcos arrugó la frente sin dejar de mirarla.
-Entonces te observaré; no te molestaré, lo prometo.
-Me distraigo con facilidad cuando hay alguien cerca de mí.
-No haré ruido.
La chica entonces se asustó. En sus ojos había algo que no le gustó nada: una mezcla de enfado, peligrosidad y demasiado determinación por hacer algo.
-Otro día - dijo ella, empezando a cerrar la puerta.
-No.
Marcos sujetó con la mano la puerta, para que Carol no pudiese cerrarla. Supo que sería inútil luchar contra él, y pensó en una vía de escape. La puerta estaba barrada, evidentemente; pero si se quedaba dentro del piso la acabaría cogiendo, y sólo él sabía qué le haría. ¿Por qué los chicos guapos se creían que podían tenerlo todo?
Pero entonces Sergio apareció en su cabeza. Él era diferente, él no había intentado herirla, no la había forzado a nada, y se había preocupado por ella cuando oyó que hablaba precisamente del chico que tenía delante.
Carol luchó con todas sus fuerzas por cerrar la puerta, pero era imposible, Marcos tenía una fuerza sobrenatural.
-¿Qué eres?
-Es mejor acabar con esto rápidamente. Dentro de unas horas lo sabrás, no hace falta hablar ahora. No me gustaría que nos interrumpiesen.
Marcos cerró la puerta detrás de él. Carol había ido dando pasos hacia atrás, pero él se acercaba cada vez más.
-Sergio, te necesito - dijo ella, casi llorando.
Marcos sonrió.
-¿Ese angelito? No podrá hacer nada para ayudarte.
-¿Qué te apuestas? - dijo una voz detrás de la chica.

4 comentarios:

  1. Uyy, Marcos que es...un vampiro!! jaja, así queda todo muy redondeado!! ten cuidado que al final te conviertes en uno!! jeje.
    Que curiosidad...
    Besos!!

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  2. Olé por Sergio! Me pregunto que pasará ahora pero tendré que esperar (por favor que sea pronto) a que nos ofrezcas la continuación.

    Hasta pronto!

    Omega

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  3. ooo my godd!!!! POr favor que no le pase nada a sergio!
    que ganas de segir! jajajaja me has enganchado completamente..
    Que querra hacer marcos?? pobre carol!!!
    jajajaja
    UN beso enorme!!

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  4. Vamos Sergio! defiendela de Marcos!!! no pinta nada bien!...

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