domingo, 14 de junio de 2009

Cambio

Hola!
Hace ya algunos días que voy dándole vueltas, y he decidido crearme un blog nuevo. En él me presento yo tal y como soy, sin pseudónimos y con mi fotografía. Os preguntaréis por qué no pongo directamente una foto aquí y ya está. Veréis, hace ya semanas que quiero una plantilla de 3 columnas, y ésta es una buena oportunidad para al fin tenerla y no perder los contenidos del blog, y segunda: quiería empezar de cero, empezar bien y directamente.

Editaré esta entrada cuando haya terminado de arreglar la otra página :)
Espero que os paséis por allí. Creo que para mañana puedo tenerla terminada.
Un abrazo muy fuerte a tod@s

EDITO: El otro blog ya está casi listo, así que os paso el link para que vayáis a echar un vistazo ;)
No es nada excepcional, pero es perfecto para mí :)

Mi realidad fantástica

Espero que os guste :D

miércoles, 10 de junio de 2009

La luz invisible (Parte XII y última)

-Supongo que ahora ya puedo contártelo…

-¿El qué?

-Verás, nosotros no interferimos usualmente en el destino de los humanos.

-Con el término “vosotros”, ¿a qué te refieres?

-Como habrás podido adivinar, no soy humano. Soy una luz, aunque vosotros nos llamáis “ángeles”. Sólo puedes verme tú porque mi misión es protegerte, hacerte escoger el buen camino.

-Pero si ya he escogido, ¿de qué tendrás que protegerme ahora?

-De nada más. Como todos los humanos, correrás peligros, pero no tan grandes como éste; y si él vuelve yo me encargaré.

-¿Estarás siempre a mi lado?

-Posiblemente; pero tú ya no me verás.

-¿Por qué?

-Porque ya no es necesario.

-Aun así, siempre sabré que estás ahí.

-No, no lo sabrás. Seré una luz invisible también para ti; no sabrás ni que existo.

-Tengo memoria, ¿sabes?

-Me habrás olvidado.

-Nunca podría olvidarte. Después de lo que ha pasado antes… Me has salvado; y quiero estar contigo.

-Me temo que eso no será posible. Y ese acercamiento nunca tendría que haber sucedido – el chico se mantenía serio.

-¿No significo nada para ti? – Carol tenía lágrimas en los ojos.

-Sólo hice que escogieras el mejor camino. Es a lo que los luz nos enfrentamos casi cada día.

-¡Te odio!

Carol se fue corriendo a su habitación y cerró de un portazo. Esta vez no se arrepintió ni salió a pedirle perdón a Sergio. El chico se quedó unos segundos allí, luchando contra sí mismo.

-Esto no puede ser, es mejor cortarlo de raíz. Nunca podría funcionar – se decía en un susurro; más para convencerse que para que le oyera Carol.

Los minutos pasaron y la chica, sin apenas darse cuenta, se fue durmiendo en la cama, hasta que estuvo completamente inconsciente. Ni siquiera oyó que Sergio entraba en la habitación y que se acercaba a ella.

-Cuídate, pequeña. Siempre estaré aquí aunque tú no lo sepas. Nunca has sido una más; por toda la eternidad serás la única que ha significado algo para mí.

Acto seguido le dio un beso en la frente, y allí se quedó ella, en un sueño profundo, soñando que un ángel la rodeaba con sus brazos y le decía que no tuviera miedo de nada.


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¡La terminé!

Pues hoy he tenido tiempo para acabar la historia y para guardar todos los escritos que había publicado pero que no tenía en el ordenador. Os preguntaréis si tengo cosas que hacer; pues sí, pero me permití medio día de descanso... Dentro de poco volveré a estudiar, que mañana tengo un examen...


¡Por cierto! Tengo pensada la continuación de un relato que publiqué hace un poco aquí en el blog :)

Supongo que lo publicaré el viernes o por ahí ;)


Un abrazo a todos y gracias por estar aquí! :D

viernes, 5 de junio de 2009

La luz invisible (Parte XI)

Vio el miedo de Sergio en sus ojos. Aquello podría acabar de esa forma si no hacía nada. No quería que Marcos la matara; Sergio era el único que se había preocupado por ella, el único que le hacía sentir algo más. Marcos sólo había generado en ella una atracción física, pero ahora todo se había esfumado. ¿Cómo puede atraerte alguien que quiere matarte?
La chica no sabe de donde sacó la valentía para hacer aquello, pero habló.
-No quiero irme contigo - le dijo a Marcos.
-¿Qué dices?
-No te he elegido a ti.
Marcos la volteó y la empujó a la pared; se dio un tremendo golpe en la espalda. Tendría que haber tenido más cuidado y haber tenido en cuenta la fuerza sobrehumana del chico. Pero al fin y al cabo tendría que enfrentarse a él o morir en el intento; no quería estar con él.
-¿Cómo te atreves?
-La verdad es la que es.
En su rostro había mucho más que ira, mucho más que ganas de matar a la frágil humana que tenía delante.
-Déjala - dijo Sergio mirándole directamente a los ojos.
-Esto no va a terminar así.
-Para ti sí. Ya no eres bienvenido aquí.
Marcos fulminó con la mirada a Sergio y Carol, que estaban cogidos de la mano; y acto seguido saltó por la ventana, todavía abierta.
Los dos chicos se miraron, y ella habló.
-¿Qué ha pasado?

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Lamento MUCHÍSIMO haber tardado tanto en poner otra parte de La Luz Invisible, pero con los exámanes estoy bastante ocupada...
Muchas gracias Angi y Arae por los premios! :)
Los colgaré cuando pueda...
Y a todos los que leéis esta historia, gracias por ser pacientes.
Espero que la próxima parte llegue antes...

martes, 26 de mayo de 2009

La luz invisible (Parte X)

-¿Qué haces tú aquí?
-Ella ha elegido.
-No, no lo ha hecho.
-Eres tan insensible que no eres capaz de percibirlo.
-No me iré de aquí por las buenas; y tú lo sabes.
-Todavía tenía la esperanza de que pudiéramos arreglarlo hablando, pero los tuyos son siempre tan bélicos...
Los dos chicos empezaron a luchar. Parecía que ni se dieran cuenta de que Carol estaba allí, o de que alguien podía oirles. La chica se apartó de su camino. No podía hacer nada entre ellos dos, parecían muy fuertes, y lo único que habría conseguido poniéndose de pormedio sería algún golpe...
Era una forma bastante rara de luchar, no como un combate de boxeo ni como nada que hubiera visto antes. O puede que sí que lo hubiera visto: en alguna película. Los dos chicos intentaban darse golpes casi sin moverse de su sitio, pero el otro bloqueaba sus entradas. Poco a poco empezaron a moverse de un lado a otro, aumentando la agresividad, pero hubo un momento en que Marcos desapareció. La chica miró por toda la estancia, pero se había volatilizado.
-Ve con cuidado, puede aparecer en cualquier sitio.
Apenas hubo terminado la frase que Carol notó que alguien le cogía las dos manos con una sola. Gritó. Sergio se giró hacia ella, y con la expresión de terror que había en su rostro lo decía todo. No tenía miedo de la cosa que la estaba cogiendo, tenía miedo de lo que podía pasar.
-Por lo que más quieras, no lo hagas.
-La quiero a ella, ¿te parece poco?
-¿Quererla? ¿A cuántas has querido antes que ella?
-Cada una es importante para mí.
-Para añadirlas a tu colección, cómo no - Sergio hizo una pausa - Ella eligió.
-Yo también.
-No es así como funcionan las cosas.
-Nunca me han gustado las reglas, angelito. Algunas veces tendrías que saltártelas y disfrutar de la vida. Aunque creo que alguna ya te la has pasado por alto; ¿o me equivoco?
-Almenos yo no la obligo a hacer nada.
Carol seguía inmobilizada por Marcos, pero tampoco no sabía qué decir. Le habría gustado pedir una explicación de qué iba todo aquello, pero el miedo la tenía totalmente paralizada.

¿Qué había hecho ella para llegar a aquella situación?

sábado, 23 de mayo de 2009

Premio!

Antes que nada, recordaros que más abajo tenéis la nueva parte de La luz invisible!!

Ahora sí, Angi me ha dado otro premio! Es el premio Blog Vampírico :)


Muchísimas gracias, guapa, por este premio! Con lo que me gustan los vampiros... jiji *.*
Como dijo nuestro querido Edward Cullen: "Do I dazzle you?"
Yo respondería, como Bella: "Frequently" :P

Bueno, a lo que iba, este premio tiene unas reglas:

1. Decir quién te lo ha entregado y dárselo a 3 blogs vampíricos:
- Angi, de La Reina de la Noche :)
- Vampire Midnight
- Para ti, si estás leyendo esta entrada y te gustan los vampiros!! ;)

2. Poner las cosas que más nos gusten:
- Escribir
- Leer
- Los vampiros :P

3. Poner nuestros tres libros favoritos de vampiros:
- Crepúsculo!! (todos)
- Marcada :)
- Medianoche :)


Un abrazo a todos y gracias por visitarme!! :)

La luz invisible (Parte IX)

Los dos habían ya empezado a cerrar los ojos cuando sonó el timbre. Abrieron los ojos de golpe, pero no se movieron ni un centímetro.
-Debe ser Natalia.
-No, no lo es.
Sergio se separó de ella y salió por la ventana de un salto. Al principio no reaccionó, pero el timbre volvió a sonar, y Carol fue a abrir la puerta, abatida porque no había pasado lo que deseaba.
-¿Marcos?
-Me siento halagado de que recuerdes mi nombre, querida.
El chico miró por encima del hombro de Carol y, cuando vio que no había nadie allí, sonrió; parecía satisfecho por algo.
-¿Quieres ir a dar una vuelta?
Carol se extrañó. Demasiada casualidad.
-Es que... tengo que estudiar.
Marcos arrugó la frente sin dejar de mirarla.
-Entonces te observaré; no te molestaré, lo prometo.
-Me distraigo con facilidad cuando hay alguien cerca de mí.
-No haré ruido.
La chica entonces se asustó. En sus ojos había algo que no le gustó nada: una mezcla de enfado, peligrosidad y demasiado determinación por hacer algo.
-Otro día - dijo ella, empezando a cerrar la puerta.
-No.
Marcos sujetó con la mano la puerta, para que Carol no pudiese cerrarla. Supo que sería inútil luchar contra él, y pensó en una vía de escape. La puerta estaba barrada, evidentemente; pero si se quedaba dentro del piso la acabaría cogiendo, y sólo él sabía qué le haría. ¿Por qué los chicos guapos se creían que podían tenerlo todo?
Pero entonces Sergio apareció en su cabeza. Él era diferente, él no había intentado herirla, no la había forzado a nada, y se había preocupado por ella cuando oyó que hablaba precisamente del chico que tenía delante.
Carol luchó con todas sus fuerzas por cerrar la puerta, pero era imposible, Marcos tenía una fuerza sobrenatural.
-¿Qué eres?
-Es mejor acabar con esto rápidamente. Dentro de unas horas lo sabrás, no hace falta hablar ahora. No me gustaría que nos interrumpiesen.
Marcos cerró la puerta detrás de él. Carol había ido dando pasos hacia atrás, pero él se acercaba cada vez más.
-Sergio, te necesito - dijo ella, casi llorando.
Marcos sonrió.
-¿Ese angelito? No podrá hacer nada para ayudarte.
-¿Qué te apuestas? - dijo una voz detrás de la chica.

domingo, 17 de mayo de 2009

La luz invisible (Parte VIII)

Cuando Carol entró en el piso vio que Sergio estaba de pie mirando los pósters que tenían colgados en la pared del comedor. Sonrieron los dos. Era tan... ¡irresistible!
Las dos amigas pusieron la compra en su lugar, y Nat se fue a su habitación. Carol la siguió.
-¿Por qué no te gusta Marcos? - dijo casi con un susurro.
-¿Tienes miedo de que te oiga? - rió, pero contestó su pregunta ya más seria - No sé... Hay algo que me dice que no es de fiar. ¿Te hace tilín? - dijo, casi gritando.
-Shhh!
Carol no tenía miedo de que Marcos la oyera, evidentemente, sino de que lo hiciese Sergio.
-¿Sí o no?
-Un poco...
-Pues no sé, chica. Tal vez me equivoque... Dicen que la intuición femenina no es 100% fiable. Si tienes que quedar con él, que sea en un lugar público y a la luz del día. Almenos las primeras veces.
-Sí, mamá.
Las dos rieron, aunque Natalia había lo había dicho en serio.
-Bueno, yo me voy. ¿Seguro que no quieres venir?
-Anda, vete antes de que te haga algo - le contestó Carol, abriéndole la puerta - ¡Pásatelo bien!
Natalia se fue, y Carol volvió a entrar en el piso y cerró la puerta. Sergio la miraba, y había temor en sus ojos.
-¿Qué pasa?
-¿A quién has conocido?
La chica se sonrojó al instante.
-¿No decías que teníamos intimidad?
-Te oí.
-Pues todavía peor.
-Puede ser importante.
-Para mí.
-Sólo intento protegerte.
-Sé cuidar de mí misma, gracias.
Carol pasó por su lado y se fue a su habitación, donde se encerró de un portazo.
Se arrepintió de inmediato, y volvió a salir. Encontró a Sergio en el mismo lugar de antes.
-Lo siento, Sergio. Es solo que... no estoy acostumbrada a esto. Todo el día vigilada por alguien, que sólo yo puedo ver, y...
-¿Y, qué?
Carol se pensó un rato lo que diría.
-Y que es un chico, que eres precisamente tú.
-¿Hay algún problema con que sea precisamente yo? - arqueó una ceja.
-No, no. Pero... yo...
Carol empezó a temblar, se le puso la carne de gallina y volvió a enrojecerse. Sergio continuaba mirándola, esperando una respuesta. Era tan mono...
-Pues que... eres... guapo.
Sergio rió, con esa magnífica sonrisa.
-Y yo nunca me habría imaginando protegiéndote precisamente a ti. Tímida, de baja autoestima, pero irresistiblemente deseosa de afecto.
Carol quedó petrificada, pero Sergio se acercó un paso hacia ella.
-¿Todo eso sabes sobre mí?
-Y muchas cosas más. Te pondría los pelos de punta.
Sergio cogió un mechón del pelo de ella y se lo puso detrás de la oreja, y, cogiéndole el rostro, fue acercándose más y más a ella.