miércoles, 1 de abril de 2009

Sin importar lo que somos (Parte II)

Mi madre se volteó para mirarme, parecía atemorizada. Fue en ese momento que chocamos contra algo. Ella gritó. Alguien abrió la puerta de los asientos traseros, y noté que me cogían y me sacaban del vehículo. El desconocido me llevó en sus brazos un rato, y luego me metió en el asiento del copiloto de otro coche.

-Ponte esto – era una voz muy masculina y puedo decir que bastante sensual.

A tientas cogí lo que me ofrecía, y por el tacto adiviné que eran unas gafas.

-No llevo gafas.

-Póntelas.

Le obedecí, y entonces abrí un poco los ojos. Todavía me dolían un poco, pero como mínimo ahora podía abrirlos completamente. Miré al conductor. Me sorprendió su atractivo: tenía el pelo completamente negro, la piel bastante pálida, y cuando giró la cabeza para mirarme, vi sus ojos; eran marrones. Me sonrojé.

-Te quedan bien – y sonrió.

-¿Quién eres? ¿Y qué le ha pasado a mi madre?

-Será mejor que hablemos cuando lleguemos, Raquel.

-¿Sabes mi nombre?

Silencio.

-¿Adónde me llevas?

-A un lugar seguro.

No dijo nada más. Le miré un tanto enfurecida. Me sorprendió mi mal genio, pero no intenté reprimirlo.

-¿Y no me dirás nada más?

La verdad es que me di un poco de miedo, y temí haberme pasado con el chico. Pero en vez de eso, sonrió.

-Me llamo Erik, encantado.

Resoplé, e, indignada, miré por la ventana.

-Ponte el cinturón – dijo –, no me gustaría que me multasen.

Lo hice, pero continué mirando por la ventana; me percaté de que nos estábamos alejando del pueblo.

La rabia dejó paso al dolor; aunque no me dolieran los ojos, sí dolía algo en mi interior, y empecé a llorar. Esos cambios de humor eran muy típicos en mí, quizás demasiado.

-¿Raquel?

No le miré; aunque notaba preocupación en su voz perfecta. Si no quería responder a ninguna de mis preguntas yo tampoco se lo pondría tan fácil. Fue entonces cuando noté que ponía su mano encima de la mía, que reposaba en mi pierna izquierda. Me la acarició suavemente. No pude reprimirme más y le miré; se le veía triste. Paró el coche al lado de la carretera, en un lugar arenoso.

-De verdad que lo siento muchísimo, pero no puedo contarte nada hasta que lleguemos. Falta una hora o así. Y no te preocupes, tu madre estará bien.

Asentí, todavía con lágrimas en los ojos, y Erik me sorprendió cuando me estrechó entre sus brazos. Olía muy bien, aunque no sabría decir exactamente a qué.

Se separó de mí y me miró, poniendo un mechón de mi pelo detrás de la oreja derecha.

-Lamento que tengas que vivir todo esto.

Me encogí de hombros y desvié la mirada; esos ojos marrones me turbaban. Sonrió.

-Me gusta cuando te sonrojas; estás preciosa.

Le miré otra vez.

-Aunque puede que todo esto tenga una parte buena: haberte conocido – esto lo dijo casi con un susurro.

No dijimos nada y nos quedamos mirando unos segundos. De repente, como si se hubiese acordado de lo que tenía que hacer antes de parar el coche, me soltó y cogió la llave del contacto. Encendió otra vez el motor y se reincorporó a la carretera. No dijo nada más hasta que cogió un camino de tierra casi una hora más tarde.

-Estamos a punto de llegar.

No me miró en todo ese rato. Tuve miedo de que hubiera hecho algo mal, aunque en el fondo sabía que eso le había venido de repente, que no había sucedido nada raro.

Llegamos a una gran casa rural. Era toda de piedra, y estaba rodeada de árboles y vegetación; parecía incrustada en el bosque, porque no había nada más a su alrededor. Aunque la casa parecía antigua, se veía cuidada.

-Vamos.

Me abrió la puerta y caminó delante de mí hasta la casa. Una vez en la puerta llamó con los nudillos.

-¿Erik?

-Sí, compañero. Con la chica.

¿La chica? Volví a enfurecerme. Repetidas veces me había nombrado por mi nombre. ¿A qué venía eso?

Un chico abrió la puerta con precaución. Pareció aliviado al ver que sí era Erik quien había llamado. Entonces me miró a mí y me hizo una reverencia.

-Bienvenida a nuestra humilde morada. Yo soy Aarón.

2 comentarios:

  1. ooo me gustaaaaaa!!!
    ya estoy deseando ver la siguiente parteee!! escribes de miedooooo!!!!!!
    un beso enorme!
    Angi

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  2. QUE INTERESANTE, QUE MISTERIO VOY A SEGUIR LEYENDO...

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Muchísimas gracias y un beso muy grande!!

PD_leeré todos los comentarios y me pasaré por vuestros blogs ;)